La Caldera de Taburiente es un impresionante parque nacional ubicado en la isla de La Palma, en las Islas Canarias, España. Este parque cuenta con una gran variedad de especies de plantas y animales, convirtiéndolo en un lugar de gran interés ecológico y turístico.
Flora de la Caldera de Taburiente
En la Caldera de Taburiente se pueden encontrar alrededor de 380 especies de plantas vasculares catalogadas. Entre ellas, destacan el Helianthemum cirae y la Bencomia exstipulata, que están incluidas en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas.
La formación más característica del parque son los pinares de pino canario, que conviven con especies interesantes como el amagante (Cistus symphytifolius). Además, la Caldera alberga una rica flora rupícola que crece en las escarpadas paredes y roques. Aquí es donde se encuentran los numerosos bejeques, pertenecientes a los géneros Aeonium y Greenovia, entre otros.
La vegetación de las cumbres de la Caldera de Taburiente es especialmente interesante, ya que alberga numerosos endemismos y plantas en peligro de extinción. Algunas de estas especies incluyen el retamón (Genista benehoavensis), la violeta (Viola palmensis), la Bencomia exstipulata y el Echium gentianoides. Estas tres últimas especies son consideradas prioritarias en la directiva Hábitat.
Fauna de la Caldera de Taburiente
En cuanto a la fauna vertebrada, la Caldera de Taburiente alberga especies de aves endémicas de la Macaronesia, como la paloma rabiche (Columba junionae), el canario (Serinus canarius), el bisbita caminero (Anthus berthelotii) y el vencejo unicolor (Apus unicolor). También se pueden encontrar tres especies de murciélagos, entre ellas el murciélago de Madeira (Pipistrellus maderensis), endémico de la Macaronesia, y el murciélago orejudo (Plecotus teneriffae), endémico de las Islas Canarias. Otros reptiles presentes en el parque son el lagarto Tizón (Gallotia galloti palmae) y la salamanquesa o perenquén (Tarentola delalandii).
Uno de los principales objetivos de gestión establecidos en el PRUG de la Caldera de Taburiente es la puesta en marcha de programas de rescate genético de las especies en peligro de extinción, como la violeta y el retamón. Desde 1988 se han llevado a cabo labores de protección, investigación, experimentación y seguimiento individualizado de todas sus poblaciones. Además, desde 1993 existe una base de datos informatizada que permite observar el crecimiento, daños, inicio de la madurez y preferencias ecológicas, lo cual ha sido fundamental para determinar áreas idóneas en las sucesivas repoblaciones.
En la Caldera de Taburiente se han realizado también labores de control sobre la especie invasiva Ageratina adenophora, arrancando plantas y repoblando con especies autóctonas a principios de los años noventa. Sin embargo, después de dos años, estas zonas volvieron a ser colonizadas por Ageratina. En un inventario botánico se descubrió que esta especie estaba presente en el 80% del parque, incluyendo las paredes, y no aparecía por encima de los 800 m. Por estos motivos, se decidió desistir de su control. Otra especie que está tratando de colonizar el parque es el Pennisetum setaceum, y se están realizando labores de limpieza en toda la isla para prevenir su expansión.
Puesta en marcha de programas de rescate genético
La Caldera de Taburiente es un lugar de gran importancia para la conservación de la biodiversidad en la isla de La Palma. Por ello, se están llevando a cabo programas de rescate genético para proteger y preservar las especies en peligro de extinción que habitan en este parque nacional.
Uno de los casos más destacados es el del retamón (Genista benehoavensis), una planta endémica de La Palma que se encuentra en peligro crítico de extinción. Desde 1988 se han realizado diversas acciones para su conservación, incluyendo la protección de sus poblaciones, la investigación de su ecología, experimentación y seguimiento individualizado. Gracias a estas labores, se ha logrado determinar áreas idóneas para las sucesivas repoblaciones y se ha establecido una base de datos informatizada para su seguimiento continuo.
La violeta (Viola palmensis) y la Bencomia exstipulata también son especies prioritarias en la directiva Hábitat, y se están llevando a cabo acciones de protección y conservación para evitar su desaparición. Estas plantas endémicas de La Palma se encuentran amenazadas y su rescate genético es esencial para su supervivencia a largo plazo.
La Caldera de Taburiente es un lugar único en el entorno, con una gran diversidad de especies de plantas y animales. Su riqueza biológica y paisajística lo convierten en un destino imprescindible para los amantes de la naturaleza. Sin embargo, es importante destacar que para preservar este ecosistema tan especial, es necesario realizar un turismo sostenible y respetuoso con el medio ambiente.
Si estás planeando visitar la Caldera de Taburiente, recuerda seguir las indicaciones de los tutorials y respetar las normas establecidas. Disfruta de la belleza natural de este parque nacional y contribuye a su conservación para que las futuras generaciones también puedan disfrutar de su esplendor.