Si alguna vez has intentado tomar un taxi en Italia, es probable que pienses dos veces antes de intentar repetir la experiencia. A pesar de la ola de calor que actualmente afecta al país, se pueden ver largas filas de personas todos los días fuera de las estaciones de tren o en los principales clubes por la noche, esperando en vano un automóvil blanco para llevarlos a su destino. Las llamadas telefónicas a los operadores a menudo quedan sin respuesta y las tarifas pueden ser sorprendentemente altas.
Los sindicatos de taxistas se oponen ferozmente a cualquier intento de aumentar el número de licencias necesarias para ejercer la profesión.
Los taxistas en Italia se consideran legalmente un medio de transporte público: están regulados por una ley aprobada originalmente en 1992 que, entre otras cosas, establece que solo los profesionales con licencia pueden trabajar como taxistas. Las licencias deben ser otorgadas por las autoridades locales a través de convocatorias públicas periódicas. Sin embargo, estas solicitudes son extremadamente raras y generalmente ofrecen una cantidad limitada de nuevas autorizaciones.
En la actualidad, la forma más fácil de obtener una licencia es comprar una a un ex taxista que ya no la necesita: a lo largo de los años, este sistema ha fomentado un mercado paralelo con precios increíblemente inflados, donde el costo de una sola licencia puede alcanzar cientos de miles de euros, según varios informes de investigación.
El problema de las licencias
Tradicionalmente, los sindicatos de taxistas se oponen a la venta de nuevas licencias, temiendo que los documentos en los que han gastado tanto dinero puedan perder valor: como en los principios económicos básicos, cuanto más escaso es un bien, más valioso se vuelve.
Además, según los sindicatos, la introducción de nuevas licencias no resolvería el problema más grande de la movilidad y el transporte público en el país: el gobierno nacional y los administradores locales están utilizando a los taxistas como chivos expiatorios de la ineficiencia de otros servicios, dijo Nicola Di Giacobbe, secretario nacional del sindicato Unica Cgil, a Euronews.
Varios gobiernos en las últimas décadas han intentado reformar el sector, pero la firme oposición del lobby de los taxistas, considerado uno de los más poderosos y problemáticos de Italia, junto con los propietarios de centros turísticos de playa, ha logrado bloquear cada posible cambio.
Un problema generalizado
Actualmente, solo hay 853 licencias de taxi disponibles en Milán, la segunda ciudad más poblada del país. Esa es la misma cantidad que en 2003, cuando la última convocatoria de licitación otorgó alrededor de 300 nuevas autorizaciones.
Sin embargo, desde entonces la población de la ciudad ha aumentado en aproximadamente 100.000 personas, alcanzando más de 1,3 millones, y los flujos turísticos también han aumentado sustancialmente.
Está claro como el cristal que necesitamos más taxis. durante las horas más concurridas, como las noches o los fines de semana, llamar a un taxi puede llevar de 15 a 20 minutos, y eso es inaceptable, dijo Arianna Censi, concejala de movilidad y transporte de Milán, a Euronews.
Este mes, las autoridades de la ciudad pidieron a la Región de Lombardía que otorgara 000 nuevas licencias.
Un informe realizado por el municipio en 2019, que sigue siendo el más actualizado, mostró que casi el 30% de las solicitudes de taxi realizadas entre las 7 p.m. y las 9 p.m. quedaron sin respuesta, mientras que por la noche la cantidad aumentó al 42%.
Si tienes que llamar a un taxi varias veces y esperar horas, dejarás de usar el servicio, dijo Censi. Sin embargo, los sindicatos criticaron el informe, afirmando que se basa en datos incompletos y que no tiene en cuenta los viajes realizados sin una llamada, cuando los pasajeros suben al taxi desde la calle o desde áreas de estacionamiento designadas. Censi está de acuerdo en que el estudio es incompleto, pero afirma que muchas asociaciones de taxis no proporcionaron los datos solicitados.
La situación no es muy diferente en Roma. La capital cuenta con aproximadamente 800 licencias para casi 2,9 millones de habitantes y alrededor de 10 millones de turistas extranjeros y nacionales al año. La última convocatoria de licitación fue en 200
Aunque la cantidad ya es insuficiente, es muy probable que no pueda satisfacer la demanda creciente esperada para el próximo Jubileo de la Iglesia Católica que se llevará a cabo en 202Como tal, la ciudad está buscando formas de aumentar las licencias, pero las autoridades locales están luchando por llegar a un acuerdo con los sindicatos.
Luchando contra Uber
En comparación con la población, Roma tiene aproximadamente 270 licencias de taxi por cada 100.000 habitantes, una cantidad mucho menor que en otras capitales europeas: París, por ejemplo, cuenta con más de 800 licencias por cada 100.000 habitantes, y Madrid alrededor de 470. Además, los usuarios en muchas de las principales ciudades europeas también pueden contar con plataformas privadas y digitales como Uber o Lyft, que ofrecen un servicio muy limitado en Italia y a lo largo de los años han sido objeto de varias acciones legales y protestas.
En italia, uber no es lo que esperas, dijo Ariadna Bakhmatova-Pinnarelli, una mujer ucraniana que en 2022 se mudó de Londres a Milán para seguir a su esposo italiano. Vivir en las afueras de la ciudad y sin la posibilidad de conducir, los taxis a menudo representan su única opción para moverse. Sin embargo, Bakhmatova quedó decepcionada con el servicio, afirmando que muchas aplicaciones son ambiguas acerca de los cargos y que los conductores pueden ser difíciles de encontrar.
Uber comenzó a operar en Italia en 2013 y ha estado luchando contra la oposición del lobby de los conductores desde entonces. En este momento, la compañía solo puede ofrecer el servicio uberblack, el más caro en el que los conductores deben ser reconocidos legalmente como choferes. La opción uberpop, que permitía a cualquier persona conducir, fue prohibida en 201
En julio de 2022, el sindicato IT Taxi firmó un acuerdo con Uber que permite a los usuarios en docenas de ciudades reservar viajes con taxis tradicionales a través de la aplicación de Uber. Sin embargo, un año después, parece que esta solución intentada no fue muy útil, según residentes y turistas.
Tomar un taxi en el lago de garda [en el norte de italia] es imposible, dijo Dave Johnson, un ciudadano británico que viaja con frecuencia a Italia, a Euronews. La semana pasada, después de llamar a tres proveedores diferentes, él y su familia tuvieron que esperar una hora para conseguir un automóvil. el automóvil fue agradable al final, pero el viaje fue caro, dijo.
Su experiencia no fue una excepción, desafortunadamente.