El lucro cesante es un concepto legal que se refiere a las ganancias que se dejan de percibir como consecuencia directa de un hecho lesivo. En el caso de los taxistas, la sentencia de lucro cesante puede ser aplicada cuando se produce un incumplimiento contractual, un acto ilícito o un perjuicio ocasionado por un tercero que resulta en la pérdida de ingresos para el taxista. En este artículo, analizaremos en qué situaciones se configura el lucro cesante y cómo se determina la indemnización correspondiente.
Cuándo se configura el lucro cesante
El Código Civil establece que la indemnización de daños y perjuicios comprende no sólo el valor de la pérdida que haya sufrido sino también el de la ganancia que haya dejado de obtener el acreedor, salvas las disposiciones contenidas en los artículos siguientes.
El perjuicio económico que se deriva de un incumplimiento contractual o de un hecho dañino se divide en dos: daño emergente y lucro cesante.
¿Qué es daño emergente?
El daño emergente se refiere a las pérdidas reales y verificables. Supone el coste de reparación por el detrimento ocasionado y, en general, todos los gastos que se derivan del incumplimiento o ilícito. Para justificar el daño emergente, es necesario presentar facturas o documentos que acrediten el costo de reparación y demostrar el nexo causal entre el hecho ilícito y el daño ocasionado.
¿Y el lucro cesante?
El lucro cesante hace referencia a las ganancias perdidas como consecuencia directa del hecho lesivo. Es decir, se trata de la pérdida del incremento patrimonial que se deja de obtener debido a un incumplimiento contractual, un acto ilícito o un perjuicio ocasionado por un tercero.
La jurisprudencia establece que la pérdida debe ser real y efectiva, no siendo indemnizable las ganancias hipotéticas o la creencia de las ganancias a obtener. Sin embargo, el lucro cesante se basa en la presunción de cómo se habrían sucedido los acontecimientos si el suceso dañoso no se hubiera producido. Para probar el lucro cesante, es necesario presentar evidencias concretas y certificadas de los beneficios que se dejaron de percibir debido al hecho lesivo.
Prueba del lucro cesante
Para poder determinar la existencia del lucro cesante, se deben cumplir tres requisitos:
- La persona perjudicada debe acreditar los beneficios concretos, ciertos y acreditados que debería haber percibido o que en su caso dejó de percibir debido al hecho concreto. Es necesario que el hecho que origina el lucro cesante sea ajeno a la voluntad de la persona que sufre el perjuicio.
- El hecho que origina el lucro cesante debe ser una acción u omisión negligente o culposa que sea imputable a quien se le reclama la indemnización.
- Debe existir un nexo causal entre el acto dañoso y la pérdida de beneficio patrimonial.
Es importante destacar que corresponde al reclamante la carga de probar la certeza del lucro cesante, ya que es un hecho constitutivo de la pretensión. El tribunal de instancia determinará la cuantía de la indemnización, sin posibilidad de ser revisada.
Indemnizaciones que conlleva el lucro cesante
La Ley de Enjuiciamiento Civil establece que el reclamante debe acreditar el lucro cesante, ya que es un hecho constitutivo de la pretensión. El derecho a indemnización nace cuando existe una frustración ostensible y un hecho desencadenante, entre los cuales hay relación de causalidad. La previsibilidad del resultado se valora atendiendo al principio de la diligencia media exigible a las circunstancias.
La sentencia de lucro cesante en el caso de los taxistas se aplica cuando se produce un incumplimiento contractual, un acto ilícito o un perjuicio ocasionado por un tercero que resulta en la pérdida de ingresos para el taxista. Para poder reclamar una indemnización por lucro cesante, es necesario cumplir con los requisitos establecidos por la ley y presentar pruebas concretas y certificadas de los beneficios perdidos. El tribunal de instancia determinará la cuantía de la indemnización, la cual no podrá ser revisada.